Tras varias medidas que no dieron resultado, el cura decidió colocar una pancarta en la puerta de la parroquia dirigida a las personas que le estaban robando: "Sres. Ladrones: Es la quinta vez que nos roban en menos de un año. El trato es este: la parroquia les da comida y ustedes la dejan cocinar en paz".
La desesperación del padre Eugenio viene porque, tal y como indica TN, la semana pasada los delincuentes entraron en el interior del centro religioso y se llevaron un microondas, cajas de arroz, fideos, salsas de tomate y botellas de aceite.
El propio cura ha indicado al diario Crónica que los ladrones entraron a la parroquia de madrugada y “se llevaron todo lo que teníamos para cocinar”. Pero no es en el único centro religioso al que han entrado, ya que de otro del mismo pueblo, en la capilla de San Francisco, se llevaron “un equipo de música e instrumental médico”.
El padre Eugenio ha explicado que los ladrones acceden de noche en la parroquia vacía “bajo el efecto de las drogas”, pero que “una vez ingresaron durante el día y le sacaron dinero a la secretaria. No pasa nada si te llevan 100 pesos -5 euros-, pero no sabemos si un día nos pegan un tiro”.