A Zoey Wright le quitaron el intestino grueso hace tres años cuando tenía 25. Sufría fatiga crónica y diarrea recurrente a causa de una colitis ulcerosa, unos síntomas que ella misma reconoce que ignoró como "adolescente típica que era".
Su nueva vida pegada a una bolsa de colostomía comenzó cuando estudiaba en la universidad y se tuvo que someter a una gran operación que le mantuvo en cama cuatro semanas. Fue precisamente en ese duro momento cuando la joven inglesa, residente en Peryn, decidió cumplir el sueño de convetirse en una culturista de élite.
"Quería hacer algo que nunca había hecho antes y algo que parecía imposible de lograr", reconoce Zoey, según recoge The New Yok Post. Y lo consiguió. Tras unos años de intenso trabajo diario y haciendo frente día a día a su dolencia, Zoey ha sido coronada número uno en el Campeonato Mundial de Pure Elite.
"Ahora estoy enamorada de entrenar y competir, y el título mundial es una celebración de salud. He logrado lo imposible", apunta Zoey feliz de haber alcanzado su sueño.