La imagen realizada por una vecina de Horwich en Greater Manchester ha tenido un éxito inesperado por la ternura que encierra, según The Independent.
La autora pide "deseperadamente un reconocimiento en el lugar de trabajo porque su acción le da fe en la humanidad".
Miles de usuarios han retuiteado la imagen.
Christian Trouesdale, de 18 años, trabajador de un conocido supermercado, le pidió permiso a su jefe para acompañar al anciano cliente y tras la autorización salió de la mano hasta su casa.
El joven ha explicado a los medios que ya era la segunda vez que acompañaba al cliente de 96 años a su casa. Después de ofrecerle su ayuda la semana anterior, el anciano volvió a pedirle ayuda.
Christian Trouesdale, además, ha contado que durante el trayecto conversaron sobre las elecciones generales y la historia de la ciudad. Se mostró sorprendido por la reacción de la red. Al joven empleado le parece normal lo que hizo.
"Mis padres me han enseñado a tratar a los demás, como quisiera que me trataran a mí".