Ryan Al Barlwi, de 10 años, se encontraba en su casa, en Qurayyat (Arabia Saudí), junto a sus tres hermanas y su tía cuando observó que el horno que usaban como estufa en la casa comenzó a arder. La tía hecho queroseno para calentar el horno debido a que hacía frío, aunque no supo medir la cantidad que debía vertir. Ryan cogió el objeto ardiente y lo llevó afuera de su vivienda y lo lanzó contra el suelo mientras la criada vertía agua sobre el objeto. La acción provocó que su ropa se quemara y que el sufriera varias quemaduras en su cuerpo.
"Vi fuego salir del horno y pensé que tenía que hacer algo. Mis manos se quemaban pero saqué el horno de todas maneras, y después fui al baño para quitarme las llamas de encima", ha asegurado Ryan, que asegura que no se arrepiente de su acción dado que con eso pudo salvar a su familia y su casa, según recoge el Mirror.
Tras la valiente acción del joven, las donaciones para colaborar con la familia en el pago de la factura médica que afrontarán por las quemaduras no han parado de llegar. Entre los donantes se encuentra un príncipe saudí y ministro de la Guardia Real, Mutab bin Abdullah, que ha donado 24.419 euros por la valentía que demostró el joven al salvar a su familia.