Para el estudio realizado unas mujeres siguieron la denominada dieta del paleolítico, mientras que otras mujeres siguieron una dieta moderna basada en las directrices oficiales de salud.
Las mujeres que comieron como cavernícolas perdieron el doble de peso en los seis primeros meses. También apreciaron una mayor reducción de la circunferencia de la cintura, aunque esta diferencia se hizo más pequeña a los dos años de dieta, según informa ‘The Telegraph’.
La dieta cavernícola da luz verde a las carnes magras como el pollo y pescados, e implica comer muchas frutas y verduras. La dieta nos prohíbe algunos alimentos como el pan, el arroz, la pasta o los productos lácteos.
Esta dieta está diseñada para comer como lo hacían nuestros antepasados antes de que llegara la agricultura, por lo que granos y azúcares están prohibidos.
El último estudio publicado en la revista European Journal of Clinical Nutrition, se realizó sobre mujeres posmenopáusicas, un colectivo propenso al sobrepeso.
Después de seis meses las mujeres que siguieron la dieta paleolítica habían perdido una media de 6,2 kg de grasa y 11 cm de contorno de su cintura, frente a los 2,6 kg y 5,8 cm del otro grupo. Los niveles de grasa en la sangre dañinos, conocidos como triglicéridos, fueron también menores.