La comparecencia a este tipo de sesiones no es obligatoria, a diferencia de lo que ocurre en las parlamentarias. Quien sí compareció en la primera reunión fue su padre, Simón Viñals, para defender que su equipo era el "adecuado" y que el material que empleó era "absolutamente avanzado", como el desfibrilador del que hizo uso.
El equipo sanitario estaba compuesto por dos médicos, como explicó, él y su hijo Carlos. En este punto, Viñals padre detalló que dos de sus médicos colaboradores "estaban de puente" mientras que la mujer de un tercero se había puesto de parto esa misma tarde. Es por eso que llamó a su hijo Carlos, funcionario, pidiéndole un "favor" y por el que no cobró.
La siguiente comparecencia será la del director general de Emergencias, Alfonso del Álamo.