El pasado año los investigadores comprobaron cómo se habían cometidos varios robos de productos fitosanitarios en naves situadas en Antequera, usando el mismo modus operandi. Entonces, establecieron una línea de investigación encaminada a localizar a los autores. Esto les llevó a varias localidades de la provincia de Sevilla, donde estaba asentada una amplia población de origen rumano dedicada a trabajar en la recolección de productos del campo.
Los miembros del grupo criminal trabajaban legalmente para empresas dedicadas a cultivar productos agrícolas, ocultando así sus actividades ilícitas, ya que actuaban en los periodos de tiempo en las que no realizaban peonadas en el campo, según la Guardia Civil.
En un comunicado, el Cuerpo asegura que se desplazaban por toda la geografía andaluza, donde también realizaban robos por encargo. Una vez localizados los objetivos, sustraían una furgoneta o camión en municipios próximos. Tras perpetrar los robos, introducían los efectos en el vehículo sustraído y lo transportaban hasta una finca totalmente aislada ubicada en el término municipal de Écija. Allí permanecían ocultos en un zulo a la espera de ser transportados hasta Rumanía, donde lo vendían en el mercado negro. Luego, los miembros del grupo criminal volvían a España para seguir cometiendo sus delitos.
Durante el transporte de los efectos robados, la organización utilizaba numerosas medidas de seguridad para evitar ser descubiertos incluso hacían uso de dos vehículos legales, uno que actuaba como lanzadera para avisar de posibles controles policiales y otro que cubría la retaguardia del desplazamiento del camión.
Doce años perpetrando robos
Los agentes han comprobado cómo se encontraban asentados en España desde el año 2006, cuando comenzaron a cometer robos en las provincias de Sevilla, Córdoba y Málaga fundamentalmente, siendo muy difícil su identificación dada la movilidad geográfica y la aparente situación de normalidad que reflejaban ante sus vecinos en las localidades donde residían, haciéndose pasar por ciudadanos extranjeros que venían a España a trabajar en la recolección.
De igual manera se ha abierto una investigación contra el líder del grupo criminal por un supuesto delito contra la seguridad de los trabajadores, ya que, haciendo las funciones de reclutamiento de personas de nacionalidad rumana para realizar labores en el campo, se quedaba con un elevado porcentaje del dinero para los jornales.
Para prevenir posibles robos en locales de venta de productos fitosanitarios, realizaron numerosas vigilancias e inspecciones hallando numerosos productos sin las debidas garantías sanitarias e inmovilizaron 6.130 litros de fitosanitarios, 790 litros de biocidas y 3.900 litros de ingredientes para la alimentación animal.
Durante la operación se realizaron cinco registros domiciliarios simultáneos en varias localidades de Málaga y Sevilla, donde se detuvo a 17 personas y se procedió judicialmente contra 23 más en calidad de investigados.
Se han recuperado 17 motores fueraborda, alguno de ellos valorado en 37.000 euros, ocho vehículos, numeroso material informático, generadores, herramientas, productos fitosanitarios, incluso una maleta repleta de productos higiénicos y cosméticos que habían sido sustraídos de un comercio, entre otras cosas, todo ello valorado en más de 900.000 euros.
Hasta el momento se han esclarecido 81 delitos de robo, pero se espera que la cifra se eleve notablemente por la gran cantidad de efectos recuperados.