La escena tuvo lugar en Ubud, Indonesia, en el santuario conocido como Bosque Sagrado de los Monos, y estuvo protagonizada por un turista que vio pronto como su atrevimiento terminaría en una escena que desató las carcajadas y seguramente nunca olvidará, tal y como recoge Mirror. Y es que con aparente calma, se dispuso, –ante todos aquellos que contemplaban el suceso y ante quien le grababa–, a abrir los brazos sujetando algo de comida en su mano izquierda, permitiendo que un mono se subiera encima de él y se la quitara para comérsela. Fue entonces cuando un segundo primate entró en escena para, nada más y nada menos, que intentar tener sexo con su homólogo. Como es de esperar, todos los que presenciaron el momento comenzaron a reír a carcajadas al instante. Todos, a excepción del turista, que sorprendido, y quizás también asustado, tuvo que zafarse de ellos rápidamente.