Armado con dos mecheros, un tanque de propano y, -su ingrediente especial–, una bolsa de ganchitos, Shemroy Williams, de 31 años, intentó quemar la casa de su exnovia en Taunton, Masachusetts, EEUU, mientras ésta se encontraba en el interior del domicilio.
Cuando la policía y los bomberos llegaron a la escena, comprobaron cómo el porche de la vivienda se encontraba en llamas junto al tanque de propano, así como vieron al autor de los hechos con los materiales que había empleado para provocar el incendio.
Según las autoridades, además, había intentado crear distintos focos para la propagación del fuego, que pretendía acelerar usando la citada bolsa de ganchitos. Una decisión muy meditada por la cual ha sido condenado a dos años y medio de cárcel, imputado por un delito de destrucción de la propiedad en la que su temeraria conducta "puso en peligro intencionadamente a la víctima", tal y como explica el fiscal del distrito en declaraciones recogidas por New York Post.
Afortunadamente, la rápida intervención de los bomberos, que quitaron el tanque de propano tan rápido como lo localizaron, evitó lo que pudo haber sido una cruel tragedia.