Carmelo, de etnia aymara, es el hombre más longevo del mundo, según evidencian sus documentos de identificación, confirmados por el Registro Cívico del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, informa el diario boliviano 'La Razón'.
Lo que más sorprendió a los periodistas, que visitaron al anciano, fue encontrarlo en pie, sin ni si quiera un bastón, y viviendo en una choza de adobe, sin medicinas o centros médicos cercanos.
El boliviano, que toda la vida ha consumido los alimentos que él mismo ha cultivado, dice que a veces tiene dolor de cabeza y de estómago, sobre todo cuando come fideos, y recuerda haber visitado al médico en su juventud, según recoge el 'Diario las Américas'.
"Estoy andando así nomás, solito ando con los animales --por el cerro--. No comía ni fideo, ni arroz, sólo cebada; cultivaba papa, habas... ahora hay todo para comer", ha explicado Carmelo.
Padre de tres hijos, aunque sólo uno vive actualmente, Carmelo cuenta con 16 nietos y 39 bisnietos, y le gusta pasear con ellos, mientras les transmite los sabios conocimientos de una larga vida.