Bailey Mills, de 12 años, quedó inconsciente tras impactar su cabeza contra el asfalto. El joven salió disparado de su bicicleta y tras el accidente tuvo que ser trasladado de inmediato a un hospital. El niño se fracturó el cráneo, perdió un trozo de nariz y se rajó el labio, tal y como publica Mirror.
Una persona que merodeaba por la zona atendió al pequeño y llamó a los servicios de emergencias. Bailey fue trasladado en ambulancia. Los amigos del chico acudieron para recoger su bici y llevarla de vuelta a casa. La familia del pequeño acudió al hospital al conocer el accidente.
En ese momento, aprovechando que no había nadie en casa, unos ladrones se introdujeron en casa y robaron la bicicleta, valorada en más de 500 euros.
Su madre Kara dijo: “Es repugnante que pase por toda esta agonía y que luego sean capaces de robarle la bicicleta”.
“No sabíamos si se había roto el cuello. El médico salió después de unos 20 minutos y dijo que era un chico muy afortunado, no había hinchazón en el cerebro".
La madre también aprovechó para advertir sobre el peligro que corren los pequeños, ya que justo hace un año murió un chico en la misma zona.