Un pastor escuchó los llantos del bebé que emergían de la tierra. Gracias a él y su pronto traslado al hospital, hoy Aidin, que ya tiene 7 meses, podrá tener una nueva vida, según confirma ScandAsia.
Kachit Krongyut, de 53 años, dijo que estaba paseando a sus vacas en el campo cuando se dio cuenta de que había un punto que parecía haber sido excavado recientemente. Se sentó en el suelo y, para su sorpresa, el pie de un bebé sobresalía de la tierra. El pequeño sufrió 14 puñaladas, de las que sobrevivió gracias a la presión que ejerció sobre su cuerpo la arena con la que fue enterrado. "Al principio pensé que alguien había enterrado un animal con vida, pero entonces vi un pie", explicaba el pastor. Rápidamente el menor fue trasladado al hospital en el que curó todas sus heridas.
A su recuperación, el bebé fue trasladado a un orfanato, en el que ya espera a su nueva familia. Una pareja sueca ha adoptado a Aidin, cuyo nombre significa "el olor de la tierra".