Shen Jie y Liu Xi, los progenitores del niño, era una pareja de jóvenes que había recurrido a diferentes tratamientos de reproducción asistida para poder ser padres. El 20 de marzo de 2013, los dos murieron en un accidente de tráfico. La desgracia ocurría tan solo cuatro días antes de que se le fuesen a implantar en el útero a la mujer los cuatro embriones que se obtuvieron en el procedimiento de reproducción.
Fue entonces cuando los padres de los dos fallecidos decidieron llevar adelante la voluntad de sus hijos. Para ello, los dos matrimonios tenían que conseguir los embriones que implantarían a Liu Xi y que tenían custodiados la clínica encargada del tratamiento y llevarlos a la República de Laos, ya que en China está totalmente prohibida la gestación subrogada.
Tras meses de procesos judiciales, los abuelos consiguieron su objetivo y localizaron a una mujer de 27 años a la que se le implantaron los cuatro embriones. Diferentes medios locales como el periódico The Beijing News han informado que el pequeño se criará con sus abuelos maternos aunque los paternos estarán muy presentes en su educación.
Además, los cuatro han sido los que han decidido llamar al bebé Tiantian que significa "dulzura". Su abuela materna ha sido la que ha declarado en diferentes entrevistas que escogieron este nombre porque el niño será quien acabe con la tristeza de los dos hogares.