Según la información disponible, Rowe inyecta a sus pacientes una solución salina en sus pechos, gracias a la que aumentan de tamaño durante 24 horas. Ahora trabaja para que ese aumento dure algo más, de dos a tres semanas.
Este procedimiento es considerado "completamente inofensivo", ya que la solución se encuentra de forma natural en la sangre. La inyección se coloca en el tejido mamario y no como los implantes, que van detrás del músculo del pecho.
Rowe señala que los implantes de pecho para dos o tres semanas son perfectos para una ocasión especial, como una boda y unas vacaciones, pero también le da la oportunidad a una mujer de ver cómo es vivir con unos pechos más grandes.
El coste, según Rowe, dependerá de lo popular que sea este nuevo tipo de operación. Cuanta mayor sea la demanda, menor será el precio. Pero anticipa que costará menos que una operación de pechos.
Rowe anticipa que “los pechos para vacaciones” estará disponible en unos dos años e indica que la técnica podría aplicarse a otros implantes. “Los hombres podrían quererlo usar para pectorales o para implantes de pantorrillas”.