Acudían a Comisaría. Eran poco más de las 10 de la noche. Querían denunciar la desaparición de Asunta. Contaron que hacía apenas media hora que la habían echado en falta. Su caminar se observa pausado. Basterra siempre va por delante. Rosario con abrigo negro. Alfonso vestía ropa informal. Durante la denuncia sorprendió la tranquilidad de los padres. La policía se extrañó también del relato de Rosario sobre un hombre encapuchado que se coló en su casa e intentó estrangular a Asunta semanas antes. Horas después aparecía el cuerpo de la pequeña y se desencadenaba todo. Días después los dos ingresaban en prisión. Acusados del peor de los crímenes. Asesinar a su propia hija.