La campaña de la policía londinense se basa en pruebas de laboratorio a las que sometieron diferentes productos de belleza falsificados. Estos contenían productos tóxicos como el arsénico, el mercurio y el cianuro.
Los delineadores de ojos, rimel, el brillo de labios puede contener altos niveles de productos químicos tóxicos y de sustancias nocivas como el arsénico, el mercurio y el plomo.
Los perfumes falsos, por lo general, contienen cianuro e incluso orina humana.
La campaña de la policía también advierte de los riesgos de comprar productos eléctricos falsos que podían provocar la electrocución de los usuarios.
Los productos de belleza falsificados son cada vez más fáciles de comprar en internet, donde abundan las ofertas.