Mayumi Saito acudió a una comisaría de policía el lunes para contar un secreto que siempre había tenido muy bien guardado. Cuando los agentes escucharon su testimonio, acudieron a la vivienda situada en Neyagawa, Osaka, donde, en el interior de un armario, encontraron cuatro cubos llenos de cemento.
El escaneo realizado por las autoridades ha demostrado la presencia de huesos humanos en los bloques de cemento, concretamente de recién nacidos. Ahora los investigadores están estudiando las circunstancias de la muerte de los bebés, pues no se sabe si nacieron muertos o los mató la madre.
La mujer, por su parte, ha alegado que se deshizo de los cuerpos entre 1992 y 1997 porque no podía mantener económicamente a los niños. La policía ha dicho que Saito se sentía culpable por los hechos, pero no tenía a nadie con quien hablar de ello.
Según la cadena NHK, Saito les dijo a los investigadores que tuvo a los bebés por su cuenta, sin que el padre supiera nada de los embarazos.
La policía intentará verificar si los bebés eran de Saito basándose en análisis de ADN y planea interrogar a la pareja, según NHK.
Además, también ha trascendido información de la vida íntima de la acusada; otros medios han contado, citando a vecinos, que Saito trabajaba a tiempo partido y que vivía con un chico de unos veinte años, quien, aparentemente, sería su hijo.