La Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas ha informado en un comunicado que la muerte de González ha provocado una "honda" consternación entre los miembros del colectivo arbitral de la provincia de Las Palmas, dado que el exárbitro "se granjeó no sólo la amistad de sus compañeros, sino el respeto de los propios equipos de base".
Todo ello, "por su particular forma de ser, donde la humildad era una de sus señas de identidad" y el "carácter divulgativo de las reglas de juego que ejercía entre aquellos a los que tenía que impartir justicia".
La Federación recordó que el vínculo de González con el Comité de Árbitros se inició hace más de ocho años, fecha en la que pidió el traslado desde la provincia de Santa Cruz de Tenerife a la de Las Palmas. Agregó que, en ese momento, era árbitro de Primera Categoría en la isla de La Palma, donde había nacido.
Asimismo, ha explicado que tras militar un año en esa categoría logró el ascenso a Preferente y, posteriormente, permaneció cuatro años en el grupo canario de Tercera División, agregando que de Gran Canaria volvió a vivir a La Palma, isla en la que perdió la categoría.
Seguidamente, dos años después, al regresar a la provincia de Las Palmas, González se integró en el cuerpo de asistentes de Tercera División, donde decidió abandonar el arbitraje y trasladarse a vivir a Colombia, de donde era originaria su compañera sentimental.
La Federación Interinsular de Fútbol recordó también el asombro que ha despertado en uno de sus antiguos compañeros, Rayco, quien manifestó que Jonathan González "era un gran compañero tanto dentro como fuera de los terrenos de juego".