El expediente policial cuenta la doble vida de Antonello Tropea, que durante el día era párroco y de noche era un asiduo de los chats, en los que se organizaban encuentros de pago con menores de edad homosexuales, según publica 'La Repubblica'.
Las investigaciones comenzaron después de que una patrulla de la policía encontrara al religioso en el interior de un coche con un menor, en un lugar apartado.
Antonello Tropea dijo a los agentes que era el profesor de Educación Física, pero algo encontrado en su mochila los hizo sospechar y comenzaron a investigarlo.
Así encontraron que este encuentro no era un caso aislado y que el párroco se dedicaba a concertar sexo de pago con jóvenes a sabiendas de que estos eran menores de edad, según explicó el magistrado.
El hombre utilizaba frecuentemente Grindr, la red social para gais más grande del mundo, como aseguran sus creadores. Allí se hacía pasar por profesor, investigador y cambiaba su nombre por el de Nicola, patrón de su parroquia. Organizaba los encuentros sexuales en su coche, aunque la policía cree que en ocasiones, también usó la sacristía.
El Fiscal también ha dedicado un fascículo aparte al Obispo Francesco Milito y vicepresidente de la Conferencia Episcopal calabrese, que estaba al tanto de lo que sucedía y encubrió al cura sin adoptar "procedimientos cautelares".
Una persona habría escrito hace meses una carta anónima que denunciaba a la curia de Oppido-Palmi los encuentros homosexuales del párroco. El obispo le aconsejó no hablar con la policía.
Tropea se encuentra detenido y el juez ha rechazado otorgarle el arresto domiciliario.