Todo ocurrió el pasado martes cuando las alumnas increparon al niño en el recreo. Ante el acoso, el menor corrió hacia el aula para protegerse, las alumnas cogieron un bote de lejía situado en el carrito de la limpieza y se lo echaron a la cara dañándole los ojos.
Al agacharse el niño, las tres estudiantes vertieron el resto del producto abrasivo sobre la cabeza. Según recoge El Diario de León, el niño chilló por el dolor que la quemazón le causaba el producto en los ojos y corrió a secretaría donde le limpiaron los ojos con suero y no con agua, evitando así que el niño se quedase ciego.
Los profesores avisaron inmediatamente al 112 y el niño fue trasladado al hospital mientras que tras llamar a sus padres, estos han interpuesto una denuncia en la Guardia Civil. El menor se encuentra en observación para comprobar si llega a perder la visión debido a las lesiones producidas por el producto en los ojos.
Actualmente se está analizando el bote de lejía mientras que se ha garantizado a los padres del menor que se aplicará el protocolo de sanciones para un caso tan grave como el que ha sufrido su hijo.