Michelle Wilkins esperaba a su primer hijo, una niña cuyo nombre iba a ser Aurora. Embarazada de siete meses, se había citado con otra mujer, Dynel Lane, madre de dos adolescentes, en la casa de esta última para echar un vistazo a la ropa de segunda mano que la mujer afirmaba vender.
Si embargo, después de una hora de charla y revisión de las prendas, ya en el sótano, Michelle fue agredida brutalmente por Dynel, quien trató de ahogarla, le hizo perder el conocimiento, y con un cuchillo le extrajo al feto que no sobrevivió al trauma.
Es la historia que recoge el diario Mirror, la última de las 16 de este tipo sucedidas en Estados Unidos en desde 2003. Dynel Lane, que tenía dos hijas adolescentes, estaba obsesionada con tener un hijo varón, después de que hace diez años muriera otro hijo. Incluso llegó a engañar a su pareja actual y simular un embarazo durante varios meses.
En mayo, Dynel Lane fue juzgada y declarada culpable de siete delitos. Ha sido sentenciada a cien años de prisión.