El empresario de 53 años de edad decidió sustituir la salsa hecha con polvo de almendras y especias por una más barata realizada con una mezcla de frutos secos (entre ellos, cacahuetes). Ni en la carta ni los propios trabajadores del establecimiento advertían a los clientes de este cambio en la salsa, lo que provocó que Paul Wilson, de 38 años y alérgico al cacahuete, sufriera una fuerte reacción al producto que provocó poco después su muerte.
Según recoge el diario 'Telegraph', meses antes otro cliente de este mismo restaurante, un cliente que sufría de la misma alergia, estuvo a punto de morir por comer otro de sus platos, en el que tampoco advertían la presencia de frutos secos.
Durante el proceso judicial, la investigación ha sacado a la luz que Zaman tenía contratados a varios trabajadores de forma ilegal, ya que muchos ni siquiera tenían permiso de inmigración para trabajar allí.