Según informa el Diario Levante, fueron unos convecinos que compartían vivienda quienes alertaron el viernes a la policía precupados ante por los gritos y llantos de los niños.
Una vez personados en la casa comprobaron que la puerta estaba cerrada con un candado y que los tres menores de, 4, 7 y 9 años estaban en su interior. Tras romperlo, los rescataron e intentaron localizar sin éxito a la madre.
Posteriormente pudieron ponerse en contacto con el padre pero este se presento en evidente estado de embriaguez. Los agentes verificaron que sobre él pesaba una orden vigente de alejamiento sobre su mujer y otra ya vencida sobre sus hijos por lo que decidieron entregar a los menores a la Fiscalía.
Horas más tarde la madre de presentó en la comisaría de la Policía Local para preguntar por sus hijos momento en el que los agentes procediron a su detención.