Ya están en casa once de los detenidos por las revueltas en Burgos, puestos en libertad con cargos, por lo que tendrán que personarse cada 15 días en el juzgado. La mayoría son jóvenes del barrio que aseguran que no tuvieron nada que ver en los hechos. Otras dos personas han sido enviadas a prisión provisional con fianza de 3.000 euros. Mientras tanto, los vecinos siguen con sus acciones de protesta por la construcción del bulevar.