Iker tiene solo pensamientos para su hijo recién nacido, al que cuida y mima con cariño y se involucra muchísimo en las atenciones que necesita el pequeño. Precisamente el pasado miércoles 29 de enero, veintitrés días después del nacimiento de su primer hijo, llevaron al niño a una revisión médica.
Un tiempo después de entrar en la consulta con su pequeño, los felices papás salían del hospital con el recién nacido. Iker se encargó de colocar la sillita homologada en el coche. Sara, toda una madraza, iba en el asiento de atrás para estar muy pendiente de su niño.
El portero del Real Madrid conducía el vehículo. Del espejo retrovisor colgaba dos cintas de la Virgen del Pilar, una con los colores de la bandera de España y otra verde. La revisión del pequeño seguramente fue bien, y es que el rostro de los felices papás desprendía tranquilidad.
Iker Casillas y Sara Carbonero comenzaron su relación en 2010 y se hizo pública para el mundo entero en el mundial de Sudáfrica, cuando el capitán de la selección española besó a la periodista en plena retrasmisión, mientras ella le estaba entrevistando tras la victoria.