Según ha informado la Policía Municipal en un comunicado, los efectivos observaron una "alarmante permisividad" en cuanto a la venta y consumo, tanto de alcohol como de tabaco entre los presentes, ya que siendo la inmensa mayoría de los clientes menores de edad, todos tenían acceso a ambos productos.
Tras solicitar la documentación a los presentes y comprobar la edad de los mismos, los policías avisaron a los progenitores de todos ellos para informarlos de los hechos y para que se hicieran cargo de ellos.
Con la situación bajo control, se procedió a inspeccionar administrativamente el local, observándose algunas irregularidades que los agentes denunciaron como infracciones muy graves a la Ley de Espectáculos Públicos por la permisividad observada y que pusieron en conocimiento de la autoridad competente.
El establecimiento, situado en la calle Camino de los Vinateros, no presentó cartel identificativo, así como tampoco licencia de actividad, ni cartel de derecho de admisión. Además, el portero encargado de controlar el acceso al local carecía de la acreditación preceptiva.