Todavía no perdemos la capacidad de sobrecogernos con el caso Asunta. Hoy sabemos que los investigadores de la Guardia Civil sospechan que hubo otros dos intentos de asesinato. El cinco de julio. Rosario contó a la policía que un encapuchado había entrado de madrugada en su casa intentando estrangular a su hija. Ese día Asunta no fue a clase. Piensan que el desconocido es el propio Basterra. 16 de julio. Clase de música. Asunta había faltado el día anterior. Según explicaron sus padres por la alergia. Aturdida confesó a su profesora que en casa le habían dado unas pastillas. Relató que había pasado horas durmiendo y que sus padres mentían. Los investigadores comprobaron que los tres habían estado en la casa de Teo. En el auto del levantamiento el juez ya destaca el incidente con un desconocido, la sedación prolongada de Asunta y que Basterra le suministró la dosis letal. El día 21 no hubo fallos y el cuerpo de Asunta aparecía sobrecogiendo con su historia a la opinión pública.