El pequeño animal, según cuenta la CNN, fue encontrado por un individuo en un callejón de San José, dentro de una caja llena de desperdicios. Esta misma persona fue la que se encargó de llevarlo a la Fundación Nine Lives, donde le han curado las mordeduras de algunos perros y las quemaduras que le produjo el tinte con el que habían cambiado el color de su pelaje. Además, Smurf (que significa 'Pitufo' en inglés) será operado de una lesión que tiene en una patita.
El refugio ha recibido desde que hizo pública esta noticia llamadas de todo el mundo para adoptarlo. Aunque están agradecidos por este interés, desde la protectora temen que esto pueda deberse a que el animal tiene el pelaje de color morado. Es por ello que han querido recordar que la violencia animal es un problema muy grave y que, como Smurf, hay muchos gatitos que necesitan una nueva casa donde les traten como se merecen.