"Fui la persona con el aspecto más aterrador en mi boda", confiesa la propia Christine Miller a Inside Edition. "Tuve mucho dolor. Nadie sabía qué hacer".
Según recoge Fox News, el problema comenzó la noche anterior, mientras ella y sus damas de honor trabajaban para dar los últimos toques a los arreglos florales. A la mañana siguiente, cuando se lavó la cara, comenzó a sufrir por la reacción.
Miller continuó preparándose y se presentó en la ceremonia para casarse con su prometido, Jon, antes de que los recién casados salieran corriendo al hospital en busca de alivio. "Ella luchaba por mantener los ojos abiertos, lloraban constantemente y se veía miserable", asegura el novio a Inside Edition.
La novia asegura que pensaba que se estaba muriendo, recibió medicamentos para ayudarla con sus síntomas. "Todavía tenía un sarpullido en el cuello, así que quise quitarme el vestido porque quería estar cómodo, conseguí en una tienda una camisa que decía 'Novia' y pantalones de pijama".
Finalmente, la novia recibió con ese atuendo a los invitados en la recepción. Al menos, los novios ya convertidos en marido y mujer, pudieron rehacer sus fotos de boda una semana después.