Una joven sevillana había alquilado una habitación en Sant Antoni, Ibiza, pero tras salir a dar un paseo con su perro se encontró que la cerradura de la casa había sido cambiada.
La chica que acude a la isla para limpiar barcos, se vio en la calle y tuvo que pasar la noche en su coche junto a todas sus pertenencias. Al parecer, el origen del problema está en que su perro cuyos ronquidos molestan al resto de vecinos.
Según 'Diario de Ibiza', la chica ya había informado previamente a la casera de que acudiría con el animal y esta no puso ningún inconveniente. La joven ya ha presentado una denuncia y reclama que la casera se ha quedado con 800 euros en concepto de alquiler y fianza.