La Sociedad Americana de Microbiología demostró en un estudio realizado en 2012 que el 81% de las superficies analizadas dentro de cualquier habitación de hotel poseían bacterias fecales. Algunos de estos elementos son: los interruptores de la luz, los mandos de la televisión y los lavabos, entre otros.
Según explica a Time el experto en gérmenes y profesor de salud ambiental en una Universidad de Arizona, Kelly Reynolds esto se debe a que son superficies que están en constante contacto de múltiples personas, lo que favorece la proliferación de microbios. Esto es lo que ocurre con objetos como el teléfono o el teclado que proporciona un hotel.
En cuanto al cuarto de baño, la mayoría de las superficies pueden atraer la suciedad. "Cuando tiras de la cadena, los virus y las heces se propagan por las paredes del inodoro y del baño", cuenta el experto. La difusión de estos gérmenes no solo está en el inodoro, sino también en el suelo (en un 80% de los casos), la pared detrás del inodoro (casi el 40%), la cadena (22%) y el dispensador de papel higiénico (17%).
Otro de los objetos que pueden acumular suciedad si no desinfectan adecuadamente son los vasos y las cafeteras de las habitaciones, cuando no están debidamente desinfectadas. "Hay una diferencia entre la limpieza y la desinfección" - apunta Reynolds- "A veces el acto de limpiar hace más daño que bien porque solo estás diseminando los gérmenes a nuevas áreas".
A su vez, la ropa de cama como sábanas, colchas o tapetes también pueden ser antihigiénicas, a pesar de que el personal de limpieza del hotel suela lavarlos con frecuencia.
Con todo, el experto señala que "no todas las bacterias o virus provocan enfermedades" y pueden ser inofensivos, a excepción de un pequeño porcentaje que puede resultar peligroso.
"Simplemente con recordar las pautas básicas de higiene ya sirve de ayuda. Especialmente si res una persona con tendencia a enfermar, tienes la responsabilidad de proteger a la gente de tu alrededor".