El médico que fue contratado por la promotora para responsabilizarse del servicio médico de la fiesta ha añadido que la enfermería no era un "cuchitril" y que él estaba perfectamente habilitado para ejercer esa noche.
Así lo han manifestado los abogados de las acusaciones particulares durante un receso del interrogatorio. Viñals ha acudido a los juzgados para declarar como imputado junto con su hijo, Carlos, que finalmente comparecerá ante el juez el 7 de junio.
El abogado de Rocío Oña, Felipe Moreno, ha manifestado que Viñals "mintió en la comisión al asegurar que había dos enfermeras cuando hoy ha reconocido que sólo había un único auxiliar". Otro de los letrados de las familias, Abdón Núñez, ha indicado que el médico sostiene que "puede ejercer perfectamente aunque no pague IVA ni ningún impuesto". Está pendiente de que su asesor fiscal le indique si tiene que tributar o no.
Por otro lado, Simón Viñals ha indicado al juez, según los abogados de las familias, que la enfermería estaba habilitada para las 7.000 personas que le comunicaron que asistirían a la fiesta aunque ha añadido que no estaba acondicionada para 20.000.
Asimismo, el abogado Abdón Núñez ha declarado a los medios en el receso que el médico ha asegurado que tres de las víctimas mortales "llegaron muertas" pero que se les aplicaron maniobras de recuperación "durante 20 minutos".