Antes de que comenzara el acto, Mas ha pasado revista a la formación de gala de los Mossos d'Esquadra, tras lo que la presidenta del Parlament, Núria de Gispert ha leído el decreto que le habilita de nuevo en la Presidencia de Cataluña.
Entre los invitados, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna; los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol y José Montilla; los presidentes de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve; de la Diputación de Lleida, Joan Reñé; y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias.
A continuación, se le ha impuesto a Mas el distintivo del cargo y ha dado su discurso de toma de posesión, en el que ha querido defender el pacto sellado entre CiU y ERC pidiendo que se juzgue por los resultados que produzca y no en función de unos "determinados prejuicios instalados".
Recurriendo a las comparaciones marineras propias de Mas, ha comparado a Cataluña con un barco que quiere emprender una nueva etapa para no ir a la deriva y que corre el riesgo de "colisionar" con otro, en referencia al Gobierno.
"Son dos barcos que con el rumbo que llevan van a la colisión. Es un riesgo. Hay que intentar que quien los comanda eviten la colisión, porque no es buena para nadie", ha resaltado.
Por ello, ha reclamado al Estado que no ponga "puertas al campo" a la voluntad de Cataluña de decidir su futuro así como verjas a la expresión de la voluntad del pueblo catalán.
La toma de posesión se ha producido después de haber sido investido como presidente de la Generalitat por el Parlament catalán con los votos de CiU y ERC tras comprometerse a convocar la consulta de autodeterminación durante esta legislatura y reclamar la adaptación de "los marcos legales" para poder hacerla de manera "legal".