La juez sigue escuchando las declaraciones de los testigos para esclarecer el presunto parricidio de Moraña. Se trata de vecinos y otras personas cercanas a los padres de las niñas asesinadas. Los investigadores quieren saber por qué David Oubel hizo lo que parece que hizo. Altivo, violento y dominante, los psiquiatras descartan un trastorno mental. Además afirman que sabía lo que hacía y que se preparó para ello. El presunto asesino de Amaia y Candela sigue en la enfermería de la prisión de A Lama siempre vigilado y asistido por psiquiatras y trabajadores sociales para evitar que intente acabar de nuevo con su vida y que otros presos puedan agredirle.