Margallo, ha declarado desde Lituania, preguntado por la situación de Cataluña, que "un territorio que declarase unilateralmente su independencia no sería un estado a efectos de su reconocimiento en los foros internacionales y por tanto, al no ser un estado, no cumpliría la primera parte de las condiciones que establece el artículo 49 del tratado de la Unión para entrar, es decir, ser un estado europeo: al no ser estado ni siquiera podría plantear su adhesión."
Es por ello que Margallo considera la independencia de Cataluña como "una vía sin salida, que puede crear un problema tremendo para Cataluña y para el resto de España. "Creo que las dos partes perderíamos", ha dicho. "Para Cataluña es una vía imposible y por lo tanto cuanto antes de abandone una vía que es puro ilusionismo menos tiempo haremos perder a la gente", ha concluido.
Por su parte, Linkevicius, ha preferido mantenerse en terreno diplomático y ha asegurado que España sabrá resolver sus asuntos internos, en una clara alusión a la tensión generada por la apuesta soberanista de Cataluña.
Linkevicius también ha querido dejar claro que es incorrecto comparar la situación actual de Cataluña con la de la Unión Soviética de aquel momento.