De este modo, el general Mercier ha descartado que en la base española se produjese algún problema de seguridad. "No ha habido un problema de seguridad en la base de Albacete. Es una sucesión de mala suerte total", ha afirmado en rueda de prensa en París.
Según ha explicado, lo ocurrido fue una sucesión de hechos que son "altamente improbables": "un avión que sufre una avería en el despegue, que se desvía notablemente de su trayectoria y que acaba cayendo precisamente en el lugar en el que nosotros teníamos nuestros aviones a punto de despegar y, por tanto, llenos de combustible".
El general galo ha indicado que los dos pilotos griegos del F-16 intentaron eyectarse del aparato justo después de despegar, lo cual, a su juicio, "confirma la avería", si bien no ha concretado qué tipo de fallo se pudo producir.
Los restos mortales de los nueve pilotos franceses que fallecieron en el accidente ya han sido repatriados a su país, donde han sido recibidos con honores. En España todavía están ingresados otros cuatro militares galos recuperándose de las heridas sufridas.