Hoy sin embargo, María Dolores de Cospedal –tras conocer su condena a cuatro años de cárcel por cuatro delitos contra la Hacienda pública por su implicación en el caso Naranjax, ha dejado claro que Carlos Fabra hace tiempo que “no ocupa ningún cargo orgánico” en el partido.
En cambio, corría el año 2008 cuando el entonces líder de la oposición Mariano Rajoy mostraba su apoyo público a un Fabra ya salpicado en casos de corrupción. “Es un ciudadano y un político ejemplar" para el PP y "también para los ciudadanos de Castellón", dijo Rajoy.
En 2010, Rajoy insistió en alabarle y dijo que es “una persona de gran experiencia política”, que “siempre ha contado con el apoyo de su partido, de los ciudadanos y seguro que no defraudará ni a uno ni a otros”.
El sucesor de Francisco Camps al frente de la Generalitat, Alberto Fabra, explicó en una entrevista que “con Carlos tengo una relación muy fluida, de amistad de hace mucho tiempo. Muchas veces nos preguntan si somos hermanos, pero no tenemos ninguna relación familiar, somos buenos amigos. Para fastidiarle digo que soy su hijo. Es un apellido que, cuando las olas van a favor, te ayuda, y cuando no, pues... Nos puede pasar a muchos en la vida con estas coincidencias”.
Y es que Carlos Fabra siempre ha sido un político muy mediático, conocido por frases célebres como aquella con la que le mostró ‘su aeropuerto’ –el de Castellón- a sus nietas en su inauguración. Fabra llevaba a las niñas de la mano y ante la prensa les preguntó: “¿Os gusta el aeropuertos del abuelito?”.
Pero Fabra, que ha estado en política tres décadas, tiene otras frases aún más sonadas como aquella que le dedicó al socialista Francesc Colomer, quien llamó “hijo de puta", durante un pleno de la diputación de Castellón.