Los setenta bloques de hormigón lanzados en la Bahía de Algeciras son el principal problema entre España y Reino Unido, pero podrían ser parte de la solución en Gibraltar. Pasan los días y el conflicto se enroca. "Tenemos que hablar de Gibraltar". Es el titular del artículo de García-Margallo en el Wall Street Journal. Pero el ministro sólo se sentará a dialogar, si Reino Unido retira los bloques. Ese es “el primer gesto necesario", para abordar el conflicto de Gibraltar. Además, Margallo considera que Gibraltar debe reconocer y “deshacer el daño causado". Pero la tensión en el Peñón no está sólo en las aguas. Hoy se repiten las colas; de nuevo una frontera "congestionada". Y para evitar las aglomeraciones, Exteriores analiza establecer una "tasa de congestión" en la carretera que va de la Línea a Gibraltar. Se copiaría un modelo que conoce bien Cameron, el del centro de la ciudad de Londres.