El Ministerio de Exteriores británico había acusado a las autoridades españolas de cometer "una clara violación de las leyes marítimas" después de que "varios barcos y un helicóptero del Estado español", en persecución de una lancha motora, entraran "repetidamente en aguas territoriales gibraltareñas".
"No hay incidente. España reconoce esas aguas como españolas", han asegurado en respuesta fuentes de Exteriores. "Los barcos", ratificaron, "realizan tareas de control rutinario contra actividades ilegales en el cumplimiento de la ley".