La alcaldesa de Barcelona hoy sí ha estado. El rey ha llegado en su su coche oficial, y ella en autobús, junto al resto de autoridades. Colau tras la vicepresidenta, y la alcaldesa de Hospitalet, directos a saludar al comité de bienvenida que espera en línea. Primero los grupos municipales, todos menos ERC y la CUP, después dos altos cargos de la Generalitat, uno de ellos con lazo amarillo en la solapa.
Llega el momento, Colau, se acerca. Sáenz de Santamaría y Nuria Marín se muestran cercanas al monarca, pero ella no encuentra su sitio. No sabe dónde ponerse hasta que decide colocarse a cierta distancia de Felipe VI. Y dentro el saludo, casi forzado. La alcaldesa dice que no fue un boicot ni un plantón, simplemente decidió no ir al besamanos porque lo considera una tradición antigua. También ha desvelado que el rey le dijo que su función es defender la Constitución, a lo que ella le contestó que hay muchas formas de defenderla.
Sin embargo el grueso de partidos políticos se han mostrado muy críticos con su actitud y la del Presidente del Parlament, hoy gran ausente por segundo día consecutivo, aunque el rey se ha detenido mucho rato en el stand de la Generalitat, donde incluso le han gritado algún Viva.
Durante la mañana ha llegado otro momento más o menos tenso: El de la foto de familia en el interior, en el que esta vez, han salido, uno junto al otro.