En un comunicado, la federación nacionalista ha explicado que su intención es estudiar un posible cambio legal en su promoción y comercialización -prestando especial atención al etiquetaje-, así como impulsar campañas preventivas para sensibilizar a los jóvenes de las "graves consecuencias" que puede tener para la salud su combinación con el alcohol.
Según ha detallado, la mezcla de ambas bebidas puede desencadenar acidez, insomnio, hipertensión, ansiedad, deshidratación, convulsiones, lesiones cardiacas como la arritmia y, en el peor de los casos, la muerte súbita y patologías como la cirrosis, el hígado grueso y hepatitis, si el consumo se mantiene a largo plazo.
"Puede producir intoxicaciones agudas, porque supone la combinación de un estimulante con un depresor, y esto enmascara la sensación de embriaguez, induciendo a ingerir más alcohol", ha añadido el diputado de CiU Ferran Falcó, que ha advertido de que la mayoría de campañas publicitarias se dirigen a jóvenes y adolescentes.
Actualmente, en España no existe ninguna normativa que regule ni limite la promoción, comercialización y consumo de bebidas energéticas, de modo que el único marco legal viene de la UE, que obliga a advertir en la etiqueta de la cantidad de cafeína y taurina utilizada, así como de los peligros que puede comportar para niños y embarazadas.