Comparando las cifras con el Barómetro anterior, los contrarios a la secesión disminuyen del 50% a este 47,8%, mientras que los favorables aumentan del 42,9 al 46,7%.
Argelaguet ha afirmado que, teniendo en cuenta el número de encuestas realizadas, el margen de diferencia entre partidarios y detractores de la independencia es tan estrecho que se puede hablar de "empate técnico". Los datos salen de 2.000 encuestas presenciales formuladas del 5 al 27 de octubre, cuando aún no se había constituido el Parlament y la negociaciones entre JxSí y la CUP para la investidura estaban a pleno rendimiento pero no se habían encallado.
Por partidos, Argelaguet considera que el electorado de SíQueEsPot es el único "un poco dividido" sobre la independencia de Cataluña: un 23,1% es independentista, un 67,5% no, un 8,4% no lo sabe y 1% no contesta.
El electorado del resto de fuerzas del Parlament se muestra menos fragmentado: el 90% de votantes de JxSí quiere la independencia y el 89,3 de la CUP también; por el contrario, el 98,5% del electorado del PP se opone a la secesión, igual que el 96% de C's y el 93,1% del PSC.
EL ENCAJE TERRITORIAL
El estudio formula también pregunta sobre el encaje territorial: el 41,1% de encuestados responden que quieren un Estado independiente; el 27,4%, que Cataluña sea una comunidad autónoma de España; el 22,2%, un Estado dentro de un España federal; el 3,7%, una región de España; el 4,2% no lo sabe y el 1,4% no responde.
Respecto al anterior Barómetro (junio), crecen los partidarios del Estado independiente del 37,6% al 41,1; bajan los que quieren seguir siendo una comunidad autónoma del 29,3% al 27,4; bajan los federalistas del 24% al 22,2, y también descienden los que quieren una región del 4% al 3,7.
Una tercera pregunta sobre el debate territorial arroja que un 65% de catalanes creen que Cataluña tiene "un nivel insuficiente de autonomía"; un 25%, que tiene un nivel suficiente de autonomía; un 4,3%, que tiene demasiada autonomía; un 4,8% no lo sabe y un 1% no contesta.