Le habíamos escuchado criticar la polémica sentencia. Él mismo comprobó la indignación de la calle, pero Catalá señala ahora de forma concreta a Ricardo González, el juez que pidió la absolución de los 5 acusados de La Manada. Un juez al que se le abrieron expedientes por retrasos excesivos e injustificados en la tramitación de las causas. El ministro no precisa ni explica, pero sugiere que no está en plenas facultades para ejercer, y que es el Consejo del Poder Judicial, el que tenía que haber actuado de forma preventiva porque "todos saben" que tenía una situación singular.
Las asociaciones de jueces han puesto el grito en el cielo. Piden incluso la dimisión del ministro por sus declaraciones; Por desviar la culpa hacia los
magistrados. Desde el propio consejo también denuncian lo que consideran una intromisión que compromete la independencia judicial.
Entre los políticos discrepancias: La portavoz socialista parece estar de acuerdo con Catalá mientras que Ciudadanos que considera que se ha hecho un flaco favor a la separación de poderes.