El Gobierno se plantea subir el precio el diésel que echamos a los coches. Quiere equipararlo con el impuesto de la gasolina considerando que los vehículos que funcionan con gasóleo contaminan más.
Los vehículos con motor diésel pagarían 9,55 céntimos más por litro, algo que no gusta a los transportistas.
El impuesto a la gasolina ronda ahora los 40 céntimos el litro y el segundo los 30. El Ejecutivo se propone recaudar 2.140 millones adicionales de euros.
Lo ha explicado Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, que asegura que este aumento se hará de forma escalonada.
"El primer año se recaudarían 600 millones de euros", y así sucesivamente. Es decir, la igualación se lograría "en menos de cuatro años".
El diésel es más contaminante y la medida formaría parte de la lucha contra el cambio climático, dicen desde el Gobierno, pero la decisión no gusta demasiado a los transportistas.