Esta familia de Móstoles ha estado cuatro años viviendo de okupas en un piso del IVIMA. Hoy se han quedado en la calle, con un bebé de tres meses y otro niño de cinco años. Sus vecinos han cortado la calle. No querían que se fueran.
Ellos aseguran que han estado todo este tiempo intentando que el IVIMA les concediera un alquiler social. Ninguno de los dos tiene trabajo pero dicen que están punto de recibir una ayuda de inserción social. Por eso tras ser echados de la casa por un funcionario se han dirigido al Ayuntamiento de la localidad madrileña para buscar donde ir.
El de Móstoles no es el único desahucio con menores que se ha vivido hoy en Madrid. Patricia ha dejado su casa de alquiler de Vallecas con sus tres hijos, de cuatro años, dos y 20 días. Hace 15 días recibió una notificación judicial y llevaba una semana sacando sus cosas.
En proceso de separación y sin trabajo desde que la despidieron estando embarazada del pequeño, ahora una amiga la ha acogido en su casa. Su esperanza está en la reunión que esta tarde tiene con los servicios sociales del Consistorio.
Esta misma semana conocíamos otra historia de desahucio con el peor de los finales. Alicia se quitó la vida por no poder pagar 750 euros al mes. Lo que sabemos de ella es que con 65 años estaba divorciada. Sus vecinos poco o nada sabían de la situación de esta mujer que se había venido a Madrid desde Canarias para ayudar a su hijo.