Los familiares de la menor acudieron a las 18 horas de este domingo a denunciar su desaparición a la Comisaría de Policía de Miranda de Ebro, pero el rapto tan sólo ha durado unas horas.
A pesar de que los agentes activaron de inmediato el protocolo de desaparecidos, sobre las 7.30 de este lunes los propios familiares de la niña acudieron a la casa de su captor, avisados presuntamente por un vecino, según las fuentes consultadas.
En ese momento, la niña se encontraba sola en la casa y pudo ser liberada. Posteriormente fue trasladada al hospital y presentaba síntomas de haber sido maniatada.
Tras la liberación de la joven, una multitud de miembros del clan al que pertenecía la niña se congregaron ante la casa donde había sido encontrada con intención de adoptar represalias contra su captor. Esto obligó a la Policía a intervenir y a acordonar la zona para evitar un episodio de violencia.
Finalmente fueron desplazados hasta la zona agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) del Cuerpo Nacional de Policía, que accedieron al domicilio del sospechoso para proceder a su arresto y su traslado a comisaría.