Portazo de Ciudadanos a Vox: no habrá mesa de tres

"El socio preferente será el Partido Popular", sí, pero no va a haber mesa a tres con Vox ni con Podemos ni con los nacionalistas, porque Ciudadanos cree en la regeneración, la bajada de impuestos y la defensa de la unidad nacional. La mezcla de mensajes de Ciudadanos demuestra que aún no sabe lo que quiere ser de mayor. De socialdemócrata a liberal, de la foto de Colón a repudiar ahora a Vox, del todos contra Sánchez al no a Sánchez, pero menos ahora.

Ciudadanos sabe lo que no quiere hacer (parecer más de derechas de lo que quiere sentándose con Vox, algo que los liberales europeos no ven con buenos ojos), pero al mismo tiempo se abre a negociar con el PSOE donde no se pueda llegar a pactos con el PP, siempre que los socialistas "asuman las peticiones de Cs, que muchas veces son contrarias a Sánchez". O sea, que piden un imposible. "No va a haber mesas a tres", aclaró de forma rotunda Villegas, defendiendo una cosa y lo contraria. Si uno va contra los impuestos, difícil serán los pactos con el PSOE, si se quiere regeneración absoluta poco margen tiene Ciudadanos con el bipartidismo.

La clave puede estar en Navarra. "El tema de Navarra es muy importante, para los navarros y para España. Creemos que los navarros han mandado claro. Han mandado a la oposición al cuatripartito nacionalista y populista que les gobernaba. Y esperamos que el PSOE con sus decisiones no contradiga el mandato", ha señalado Villegas. Poco aclara respecto al PSOE porque lo que pide Ciudadanos es un imposible. "Excepcionalmente, si hay dirigentes que se desmarcan de las políticas de Sánchez y aceptan nuestras políticas se podrá negociar con ellos", ha señalado Villegas.

Si el PSOE deja el gobierno en manos de la izquierda apoyada por los filoetarras, tal vez Ciudadanos se muestre partidario de inclinarse a la derecha. No es la opción de Garicano y de algunos de los que acompañaron a Rivera para hacer un partido socialdemócrata sustituto del PSOE no del PP. Ahora, con un PSOE ganador y un PP en horas bajas, Rivera creyó que girando el timón ocuparía un espacio político más allá del centro. No lo tiene fácil.