Aunque el territorio señalado cubre una zona que corresponde en latitud, por ejemplo, con España, Francia, Portugal y Grecia, hay una elevada posibilidad que el punto de reentrada sea precisamente en las latitudes límites indicadas, aproximadamente entre las latitudes de Londres en Gran Bretaña y Wellington en Nueva Zelanda, según la ESA (Agencia Espacial Europea).
Según la predicción actualizada este 29 de marzo por Aerospace Corporation, “es mucho más fácil predecir un tiempo de reentrada preciso en lugar de una ubicación de reingreso precisa. Sin embargo, según la inclinación de Tiangong-1, podemos decir con confianza que este objeto volverá a entrar en algún lugar entre las latitudes 43 grados norte y 43 grados sur”.
La ESA señala que un pronóstico más preciso de dónde caerá Tiangong-1 solo será posible un día antes del reingreso, e incluso entonces, cualquier predicción podría tener errores de miles de kilómetros de distancia.
La Agencia explica que la probabilidad de que un trozo de la Tiangong 1 se estrelle sobre una persona era 10 millones de veces menor que la posibilidad de ser alcanzado por un rayo porque una gran parte del planeta está cubierta por agua o está deshabitada.
A mediados de enero, la Agencia Espacial China (CNSA) aseguró que mantenía el control de la estación espacial y que su caída a la Tierra sería controlada y sin amenazar al medio ambiente ni a la población. Se quemará al entrar en la atmósfera y los fragmentos restantes caerán en un área designada del mar, "sin poner en peligro la superficie", dijo un ingeniero de la CNSA.
Sin embargo, The Aerospace Corporation pronosticó que la desintegración de Tiangong 1 al contacto con la atmósfera probablemente dejaría fragmentos que alcanzarían la superficie terrestre, posiblemente sobre el Mediterráneo.
Tiangong 1, primera estación espacial china, fue lanzada en 2011 y ya culminó su ciclo de servicio. Tiene un peso de 8,5 toneladas.