Tiene aproximadamente 28.000 años de antigüedad y fue descubierto en la cueva de Les Ayzies, en Francia, en 1868. Su cráneo permanece en el Museo del Hombre de París y ahora ha sido estudiado minuciosamente.
Tras realizar algunos exámenes médicos dirigidos por Philippe Charlier, se ha descubierto que el cráneo tiene una lesión en la frente que corresponde a un neurofibroma. “Hicimos una propuesta para el diagnóstico: sufría de neurofibromatosis tipo 1. Su conducto auditivo interno izquierdo también estaba dañado, probablemente por un tumor”, explica el forense en declaraciones recogidas por RT.
La neurofibromatosis es una enfermedad genética que provoca que se desarrollen tumores benignos en el sistema nervioso. Tras averiguar esto, el equipo médico realizó una reconstrucción realista de la cara del Cromañón.
Los resultados han arrojado que el hombre tenía el rostro cubierto de tumores y nódulos, el más grande estaba situado en la frente y los demás se repartían por toda la cara.