Alice Gregory, profesora de psicología de la Universidad de Goldsmiths, expone que la gran mayoría de las experiencias paranormales que se tienen por la noche en realidad son provocadas por la parálisis de sueño y el síndrome de la cabeza explosiva. Se atribuye con facilidad estos sonidos a lo sobrenatural, cuando en realidad los produce el propio organismo.
Según recoge Daily Mail, Chris French, un estudioso de las experiencias paranormales, ha determinado tras escuchar varios relatos de personas que, supuestamente, las han padecido, que todas comienzan de la misma manera: cuando se acuestan.
Algunos detectan presencias extrañas cerca y otros experimentan una parálisis completa que les impide moverse. Esto se debe, según la profesora, a que durante la fase REM del sueño, soñamos con imágenes más reales, más vivas, y el cuerpo se paraliza para evitar que terminemos llevándolas a cabo de forma inconsciente.
En esta lucha para moverse que no prospera debido a la parálisis, el sujeto que lo padece cree que está ante una experiencia paranormal. Esto ocurre en el ocho por ciento de las personas y algunos expertos aseguran que esto explica la mayoría de relatos de fantasmas.
La genética, el estrés, algún trauma y las enfermedades psíquiátricas y físicas también pueden llevar a experimentar la creencia de ver fantasmas. Así ocurre también con el síndrome de la cabeza explosiva, que provoca en quien lo padece un fuerte estallido en la cabeza mientras intenta conciliar el sueño que deriva en terror y ansiedad.
Las explicaciones científicas acerca de estas experiencias paranormales provoca que seamos menos propensos a padecerlas.